martes, 19 de abril de 2022

 Vapear: lo que necesita saber

Revisado por: Lonna P. Gordon, MD

¿Qué es vapear?

Vapear es inhalar el vapor creado por un cigarrillo electrónico u otro dispositivo para vapear. 

Los cigarrillos electrónicos son dispositivos para fumar que funcionan con pilas. Contienen unos cartuchos llenos de un líquido que suelen contener nicotina, saborizantes y sustancias químicas. El líquido se calienta y se convierte en un vapor, que la persona inhala. Por eso, consumir cigarrillos electrónicos recibe el nombre de "vapear" (de vapor). 

¿Cuáles son los efectos de vapear sobre la salud?

Puesto que el vapeo no hace mucho tiempo que existe, todavía no sabemos cómo afecta al cuerpo a lo largo del tiempo. Pero las autoridades sanitarias están informando sobre graves daños pulmonares en las personas que vapean, e incluso algunas muertes. 

La conducta de vapear introduce nicotina en el cuerpo. Y la nicotina es muy adictiva y puede: 

·         hacer más lento el desarrollo cerebral en niños y adolescentes, y afectar a la memoria, la concentración, el aprendizaje, el auto-control, la atención y el estado de ánimo 

·         aumentar el riesgo de sufrir otros tipos de adicciones en la vida adulta  

Así mismo, los cigarrillos electrónicos:

·         irritan y dañan los pulmones

·         pueden causar graves daños pulmonares e incluso la muerte 

·         pueden llevar a fumar cigarrillos y a consumir otros tipos de tabaco 

Algunas personas usan los cigarrillos electrónicos para vapear mariguana, aceite de THC y otras sustancias químicas peligrosas. Aparte de irritar los pulmones, estas drogas también pueden afectar el modo de pensar, actuar y sentir de una persona. 

¿Cómo actúan los cigarrillos electrónicos?

Existen diferentes tipos de cigarrillos electrónicos. Pero hay muchas personas que usan la marca Juul. Este cigarrillo electrónico se parece a una memoria USB y se puede cargar en el puerto USB de las computadoras. Puesto que genera menos humo que otros cigarrillos electrónicos, algunos adolescentes lo usan para vapear en casa y en la escuela. La concentración de nicotina de la marca Juul es similar a la de los cigarrillos ordinarios. 

¿Tienes que vapear todos los días para volverte adicto?

Aunque una persona no vapee todos los días, se puede volver adicta. La rapidez con que alguien se vuelve adicto varía. Algunas personas se vuelven adictas incluso si no vapean todos los días. 

¿Y qué pasa con los cigarrillos electrónicos que no tienen nicotina?

La mayoría de los cigarrillos electrónicos contienen nicotina. Incluso aquellos que no contienen otras sustancias químicas. Y estas sustancias químicas pueden irritar y dañar los pulmones. Aún no se sabe cuáles son los efectos a largo plazo de los cigarrillos electrónicos que no contienen nicotina. 

¿Por qué deben dejar este hábito las personas que vapean? 

Las personas que vapean necesitan estar motivadas para dejar este hábito. Un motivo importante para dejar de vapear es el de querer ser la mejor versión y la más saludable de uno mismo. He aquí algunos motivos más: 

Efectos desconocidos sobre la salud: aún no se conocen muchas de las consecuencias a largo plazo de vapear. Estudios recientes informan sobre graves daños pulmonares, e incluso la muerte, en las personas que vapean. 

Adicción: la adicción en un cerebro en proceso de crecimiento puede establecer vías neuronales para adicciones ulteriores a otras sustancias de cara al futuro. 

Riesgos cerebrales: la nicotina afecta al desarrollo cerebral de niños y adolescentes. Esto puede hacer que les resulte más difícil aprender y concentrarse. Algunos de estos cambios cerebrales son permanentes y pueden afectar al estado de ánimo y al control de los impulsos de cara al futuro. 

Uso de otros productos relacionados con el tabaco: los estudios demuestran que vapear hace que sea más probable que una persona pruebe otros productos relacionados con el tabaco, como los cigarrillos ordinarios, los cigarros, las pipas, y el tabaco sin humo. 

Toxinas (venenos): el vapor de los cigarrillos electrónicos no está hecho de agua. El vapor contiene sustancias químicas nocivas y partículas muy finas que se inhalan hacia el interior de los pulmones y luego se exhalan al medio ambiente. 

Deporte: para dar lo mejor de uno mismo en el deporte. El vapeo puede conducir a la inflamación (irritación) pulmonar. 

Dinero: vapear es caro. El precio de los cartuchos se acumula a lo largo del tiempo. En lugar de gastárselo vapeando, una persona se podría gastar todo ese dinero en otras cosas que necesita o con las que disfruta. 

Ir en contra de la publicidad de las compañías tabacaleras: muchos cigarrillos electrónicos están fabricados por las mismas compañías que venden cigarrillos ordinarios. Su publicidad está pensada para la gente joven, que aprecia los sabores nuevos, mostrando a personas jóvenes y de aspecto saludable. Están tratando de convertir a los niños y adolescentes de hoy en nuevos clientes de por vida. 

¿Cómo se puede dejar el hábito de vapear?

A aquellos niños y adolescentes que quieran abandonar este hábito, les puede ayudar: 

·         Decidir por qué quieren abandonar este hábito y escribirlo o ponerlo en su teléfono. Cuando tengan muchas ganas de vapear, pueden leer esos motivos.  

·         Escoger un día para dejar de vapear. Lo pueden marcar en el calendario y decirle a un familiar o un amigo que los apoye que ese día dejarán de vapear.  

·         Deshacerse de todos los productos para vapear. 

·         Descargarse herramientas (como aplicaciones y programas de mensajes de texto) en sus teléfonos que les puedan ayudar cuando sientan el impulso de vapear y animarlos mientras intentan dejar de vapear.

·         Entender qué implica la abstinencia. La adicción a la nicotina provoca unas intensas ganas de consumir nicotina. También puede conducir a lo siguiente:

o    dolores de cabeza

o    cansancio, mal humor, enfado o depresión

o    problemas de concentración

o    dificultades para dormir

o    hambre

o    inquietud

Los signos de la abstinencia son más fuertes durante los primeros días después de dejar el hábito. Y mejoran durante los días y las semanas posteriores.  

¿Cómo pueden ayudar los padres?

Para ayudar a su hijo a comprender los riesgos del vapeo y asumir el control de su salud, puede hacer lo siguiente: 

·         Comparta con su hijo la versión para adolescentes de este artículo. 

·         Sugiera a su hijo que busque sitios de internet y programas locales que ayuden a las personas que quieren dejar de vapear. El profesional de la salud que lleva a su hijo los puede ayudar a encontrar el apoyo adecuado. 

·         Apoye a su hijo cuando intente dejar de vapear. 

·         Sea un buen ejemplo cuidando de su propia salud. Si usted fuma o vapea, comprométase a dejar de hacerlo. 

Hable con su hijo sobre los informes de graves daños pulmonares, e incluso de muertes, en las personas que vapean. Llame al médico de su hijo de inmediato si su hijo vapea y:

·         tose, le falta el aliento o tiene dolor de pecho 

·         tiene náuseas, vómitos o diarrea 

·         está cansado, tiene fiebre o pierde peso

Revisado por: Lonna P. Gordon, MD

Fecha de revisión: septiembre de 2019

sábado, 2 de abril de 2022

 Tratamiento del vómito

​¿Cuál es la mejor manera de tratar el vómito?

En la mayoría de los casos, el vómito cesa sin tratamiento médico específico. La mayor parte de los casos lo causa un virus y mejora por sí solo. Nunca debe usar remedios de venta libre ni recetados salvo que el pediatra los haya indicado específicamente para su hijo y para esta enfermedad en particular.

Cuando su bebé o niño pequeño esté vomitando, manténgalo boca abajo o de lado lo más posible. Al hacer esto minimizará las probabilidades de que inhale el vómito por las vías respiratorias altas y que entre en los pulmones.

Tenga cuidado con la deshidratación

Cuando haya vómito constante, debe asegurarse de que no haya deshidratación. La deshidratación es un término usado cuando el cuerpo pierde tanta agua que ya no puede funcionar con eficiencia. Si se permite que llegue a un nivel severo puede ser grave y potencialmente mortal. Para evitar que esto suceda, asegúrese de que su hijo consuma suficientes líquidos adicionales para restituir los que perdió al vomitar. Si vomita estos líquidos, informe al pediatra.

Modifique la dieta de su hijo

Durante las primeras 24 horas, más o menos, de cualquier enfermedad que provoque vómito, evite que su hijo consuma alimentos sólidos y anímelo a chupar o beber pequeñas cantidades de solución electrolítica (pregunte cuál a su pediatra), líquidos transparentes como agua, agua azucarada (1/2 cucharadita [2,5 ml] de azúcar en 4 onzas [120 ml] de agua), paletas de helado de agua, agua gelatinosa (1 cucharadita [5 ml] de gelatina con sabor en 4 onzas de agua) en vez de comer. Los líquidos no solo ayudan a evitar la deshidratación, sino que, al contrario de los alimentos sólidos, no estimulan al vómito.

Asegúrese de seguir las indicaciones del pediatra para administrar líquidos a su hijo. Su médico respetará requisitos similares a los descritos a continuación.

Requisitos estimados de líquidos orales y electrolitos según el peso corporal


Peso corporal (en libras) Requisitos mínimos de líquido diario (en onzas) *Requisitos de solución electrolítica en casos de diarrea leve (en onzas para 24 horas) 
6–7 10 16 
11 15 23
22 25 40 
26 28 44 
33 32 51 
40 38 61 

1 libra = 0,45 kilos
1 onza = 30 ml
*NOTA: Esta es la cantidad mínima de líquido que necesita un niño normal. La mayoría de los niños beben más que esto.

En la mayoría de los casos, su hijo simplemente deberá quedarse en casa y recibir dieta líquida durante 12 a 24 horas. Por lo general, el pediatra no recetará un medicamento para tratar el vómito, aunque algunos médicos recetan medicamentos contra las náuseas (antieméticos) a los niños.

Si su hijo además tiene diarrea, pregunte al pediatra cuáles son las instrucciones para administrarle líquidos y restituir los sólidos a la dieta.

Cuándo llamar al pediatra

Si no puede retener líquidos transparentes o si los síntomas se intensifican, informe al pediatra. Él o ella examinará a su hijo y tal vez ordene análisis de sangre y orina o radiografías para hacer un diagnóstico. Ocasionalmente puede ser necesaria la atención en un hospital.

Hasta que su hijo se sienta mejor, recuerde mantenerlo hidratado y llamar a su pediatra de inmediato si exhibe signos de deshidratación. Si su hijo se ve enfermo,  los síntomas no están mejorando con el paso del tiempo o el pediatra sospecha una infección bacteriana, es probable que deban hacerle un cultivo de heces y tratarlo según corresponda.


Última actualización
 
8/1/2017
Fuente
 
Caring for Your Baby and Young Child: Birth to Age 5 (Copyright © 2009 American Academy of Pediatrics)

viernes, 9 de abril de 2021

 

¿Cómo se puede diferenciar la gripe del COVID-19?

​​Tanto la gripe (influe​nza​) como el COV​ID-19​ son contagiosos y se propagarán en el otoño y el invierno. Los dos tienen síntomas parecidos, así que puede ser difícil diferenciarlos.

Afortunadamente, tenemos una vacuna que nos ayuda a prevenir la influenza (gripe). Cerciórese de que su niño reciba la vacuna contra la influenza, preferiblemente para finales de octubre o antes. Esto es mucho más importante que nunca esta temporada de la gripe debido a la pandemia del COVID-19.

¿Es el COVID-19 o es la gripe?

Ambas infecciones pueden no tener síntomas (asintomáticas) o tener síntomas entre leves a severos. Los síntomas de la gripe aparecen de 1 a 4 días de haber sido expuestos a una persona enferma. Los síntomas COVID-19 aparecen de 2 a 14 días después de haber sido expuestos a una persona enferma.  

De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención​ de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC), los síntomas que comparten y los particulares incluyen:

Síntomas comunes de la gripe y del COVID-19

  • Fiebre/escalofríos
  • Tos
  • Falta de aliento, dificultad para respirar
  • Cansancio extremo
  • Dolores de músculos o del cuerpo
  • Dolor de cabeza
  • Congestión, goteo nasal
  • Vómito y diarrea

Síntomas más particulares del COVID-19

  • ​Pérdida del sentido del gusto o del olfato




Por qué es importante la vacuna contra la influenza

Los niños pueden enfermarse gravemente debido a la influenza, especialmente si no han recibido la vacuna antigripal. Durante la última temporada de la gripe, 188 niños menores de 19 años fallecieron debido a complicaciones derivadas de la influenza, de acuerdo con los CDC. Generalmente, cerca de 80 % de los niños que mueren por influenza no estaban vacunados. Por esta razón, los niños de 6 meses de edad en adelante deben vacunarse contra la influenza todos los años antes del inicio de la temporada de la gripe.

​​Aunque su niño haya tenido el COVID-19, puede vacunarse contra la influenza una vez que no tenga síntomas si no ha sido vacunado previamente..​

La vacuna contra la influenza se le puede aplicar a los niños sanos y también a los niños con afecciones médicas subyacentes. Los niños con ciertas afecciones médicas (enfermedades del corazón o de los pulmones, obesidad, diabetes o anemia drepanocítica, por ejemplo) pueden correr riesgo de sufrir enfermedades más graves a causa de ambos, el COVID-19 o la influenza (gripe).

¿Cuál es el mejor lugar para vacunar a mi niño contra la influenza?

El mejor lugar para vacunarse contra la influenza es el consultorio del pediatra. Durante la visita, su niño puede recibir otras vacunas, si las necesita. Su niño también puede ponerse al día con sus visitas de control en caso de que las haya aplazado debido a la pandemia.

Esta temporada de la gripe, usted puede elegir entre la vacuna inyectada y la vacuna en aerosol nasal. Ambas protegen contra las cuatro cepas del virus de la influenza (dos de cepa A y dos de cepa B) que se esperan sean la causa de la mayoría de los casos de influenza esta temporada. Su pediatra le puede ayudar a decidir cuál es la mejor vacuna para su niño.

Recuerde:

Hable con su pediatra si tiene alguna pregunta sobre el COVID-19 o sobre la influenza (gripe).

Información adicional:

martes, 13 de agosto de 2019

EL REGRESO DE LOS NIÑOS A LA GUARDERÍA Y AL COLEGIO
Suele ser motivo de preocupación para muchos padres pues en muchos casos es el detonante para que los pequeños enfermen.
De hecho, las estadísticas indican que los niños suelen enfermar el doble de veces durante el período escolar que en las vacaciones. Lo que sucede es que la exposición a los agentes patógenos y la sensibilidad del pequeño aumenta, a la vez que los focos de infección se propagan con mayor facilidad.
 La buena noticia es que si pones en práctica algunas medidas de prevención, puedes disminuir el riesgo de que tu hijo enferme.

Tres claves para prevenir las enfermedades infantiles
1. Garantiza una alimentación sana
Los alimentos que incluimos en la dieta influyen en el funcionamiento de nuestro organismo y, en especial, en el sistema inmunitario. De hecho, una alimentación sana, variada y nutritiva ayuda a fortalecer las defensas naturales del cuerpo para enfrentar las agresiones externas. En el caso de los pequeños, es importante asegurarse de que hagan 3 comidas al día, comenzando por un buen desayuno que les proporcione la energía que necesitarán a lo largo de la jornada.
La base fundamental de su dieta deben ser las proetinas, pues están en crecimiento: huevos en desayuno, carnes rojas (los niños de 7 días de la semana 5 días, los papás una vez por mes)  verduras, legumbres que proporcionen fibra,  frutas, los lácteos. 
Debes evitar los alimentos con grasas, exceso de azúcares y sal, así como las gaseosas y todo tipo de bollería industrial.
Además, como las necesidades nutricionales de los niños son diferentes a las de los adultos ya que están en pleno crecimiento, debes asegurarte de que su dieta sea rica en minerales y vitaminas, sobre todo vitaminas C, B1, B6 y D.
2. Sigue el calendario de vacunación
En la actualidad existen enfermedades potencialmente graves como la rubéola, la papera, la poliomelitis, la tosferina y la difteria que se pueden prevenir si cumples el calendario de vacunación del niño. Básicamente, en el calendario de vacunación están recogidas todas las vacunas y las reactivaciones que se deben aplicar durante la infancia.
Ten presente que las vacunas activan la producción de determinados anticuerpos a edades específicas, por lo que no vacunar al niño o hacerlo fuera de la edad establecida puede implicar un aumento del riesgo de enfermar.

3. Hacer deporte, diario.

El deporte, el ejercicio es muy necesario para estimular el crecimiento, e incluso el desarrollo cerebral.

 4. Cuida que el niño duerma lo suficiente

Dormir las horas necesarias no solo permite que el niño descanse y recupere fuerzas, sino que también mejora su capacidad de aprendizaje, de atención y fortalece el sistema inmunitario. Los adultos necesitamos dormir alrededor de 8 horas pero los niños necesitan más tiempo para recuperarse y descansar. Por ejemplo, un niño de 2 a 4 años debe dormir alrededor de unas 11 horas, mientras que un pequeño de 8 o 9 años necesitará dormir entre 9 y 10 horas.

5. EVITAR LA TECNOLOGÍA DE JUEGO o entrenamiento (celulares, computadoras, apps y televisión.

Cuando se usa estos elementos por tiempo prologados y/o a edades tempranas (menores de 9 años), disminuye el desarrollo cerebral, pues son elementos automatizados que no tienen cambios; además los juego que más les llama la atención son AGRESIVOS-VIOLENTOS, y lo aprenden y induce a la depresión; un niño se desarrolla más, jugando al aire libre y en compañía de otros niños de su edad.

Siete medidas básicas para evitar las enfermedades en los niños

Tan importante como optimizar la calidad de vida del niño, es velar por que cumpla con las medidas de higiene básicas, para lograrlo:
1.      Pídele que se lave las manos varias veces al día, sobre todo antes de comer y después de ir al baño.
2.      Intenta que pase gran parte del día al aire libre, lejos de las aglomeraciones, e incítalo a practicar ejercicio físico.
3.      Explícale que no debe llevarse las manos a la nariz, la boca o los ojos, ya que de esta forma introduce las infecciones en el cuerpo. 
4.      En la medida de lo posible, evita que entre en contacto directo con otras personas o niños enfermos, sobre todo en espacios cerrados.
5.      Ventila todas las habitaciones de la casa, sobre todo su cuarto, para renovar el aire.
6.      Lava sus juguetes, sobre todo si se trata de un niño pequeño, ya que estos tienen la costumbre de metérselos en la boca.
7.      No le lleves al colegio si está enfermo pues así evitas que contagie a sus compañeros.